Ada
entra en la primera tienda de ropa que se encuentra en el centro
comercial. Busca una camisa que le pegue con lo que lleva puesto y va
a probársela. Antes de quitarse la suya se observa en el espejo. En
él se ve una chica alta, de pelo negro, lacio y largo, de ojos
también negros que resaltan en su pálido rostro, una fina nariz y
unos rojos labios. Es hermosa, aunque ella lo niega. Lleva puesta una
camisa celeste que luce una gran mancha de café en el lateral
izquierdo. Ada se lamenta por haber sido tan patosa y se dispone a
cambiarse de camisa. La que ha escogido es de un amarillo claro. Como
lleva unos pantalones negros y unos tacones de varios colores, le
viene perfecto. En efecto, se observa en el espejo y comprueba que la
camisa le queda como un guante. Asiente satisfecha y se dirige a la
caja a pagarla. Vuelve al probador y se la pone. Mete la camisa
manchada en la bolsa de su camisa nueva y sale de la tienda, no sin
antes mirarse una vez más en el espejo, comprobando que está todo
en su sitio. Comprueba su reloj de muñeca con disgusto, ya que pasan
5 minutos de las 7, y por lo tanto llega tarde a su cita. Se dirige a
toda prisa a una cafetería que hay cerca de donde ella se encuentra
y se acerca a una mesa donde hay sentado un hombre de unos 40 años.
-Perdone
que le haya hecho esperar, -dice nada más llegar- he tenido un
pequeño problema antes de llegar pero, ¡ya estoy aquí!
-Perdonada
quedas.
-Bueno,
¿hablamos ya sobre el internado y mi hermana?
No
muy lejos de allí, Celia y María, pasean tranquilas, ajenas a todo.
Son las mejores amigas de Alicia, la hermana de Ada, y precisamente
ahora se dirigen a su casa. Andan despacio, en silencio. El calor las
sofoca y las asfixia. Cuando por fin llegan a casa de Alicia, llaman
a la puerta. En cuanto les abre, pasan dentro. Suspiran de alivio al
sentir el fresco que expulsa el aire acondicionado. María es la
primera en hablar:
-Alicia,
por favor, necesito un vaso de agua.
-Otro
para mí.
Alicia
asiente con una sonrisa y va a la cocina. Llena dos vasos del agua
más fría que encuentra y vuelve para entregárselos a sus amigas.
Las dos se terminan el vaso en muy poco tiempo y los dejan sobre la
mesa. María se levanta y pone la radio con la voz muy alta. En ese
momento suena The lazy song de
Bruno Mars.
-Esta
canción no puede ser más apropiada-Dice Alicia, expresando los
pensamientos de las otras dos chicas.
Las
tres se levantan del sofá y se quitan la ropa, quedándose en
bikini. Se dirigen a la parte trasera de la casa, donde se encuentra
la piscina. Las tres se tiran en bomba. Incluso desde ahí se escucha
la música. Se apoyan en el bordillo y empiezan a charlar.
-Mañana
vamos a la playa, ¿no?-Pregunta ilusionada María.
-Claro,
¿lo dudabas?-Responde igual de ilusionada Celia.
Las
dos ríen a carcajadas, pero Alicia ni se inmuta. María se da cuenta
y le mira. Parece triste.
-Alicia,
¿te pasa algo?
Alicia
levanta la cabeza, con la indecisión dibujada en su rostro.
-¿Quieres
decirnos algo? Sabes que puedes confiar en nosotras.
Aún
duda un momento, pero al final se decide a hablar.
-Chicas
… Veréis … Eeeh, sí, os tengo que decir algo. Llevo varios días
intentando aplazarlo, pero ya no puede esperar más. Sabéis que Ada
va a comenzar este año la carrera, y no va a tener ni un segundo
libre. Por eso ha decidido que lo mejor es que yo me vaya a un
internado por un tiempo, mientras se acostumbra a la vida
universitaria y esas cosas.
Las
dos amigas se han quedado con la boca abierta. No reaccionan. Alicia
pasa una mano por delante de sus caras, y de repente Celia se mueve y
grita:
-¡¿QUÉ?!
NO TE PUEDES IR, O SEA ES QUE NO TE PUEDES IR.
-Como
si yo quisiera irme …
-¿No
hay ninguna manera de convencer a tu hermana?-Por fin reacciona María.
Una
voz se escucha a sus espaldas. Es Ada, que acaba de llegar:
-Chicas,
la decisión está tomada. Alicia se va a un internado. ¡Pero podéis
verla los domingos!-Termina la frase con una sonrisa, intentando
quitarle hierro al asunto.
Las
chicas no discuten más y disfrutan de lo que queda de tarde. Las
cuatro lo presienten, aquel va a ser un verano demasiado corto.
Primero porque Ada ya empieza la universidad, y segundo porque Alicia
se va al internado. Un pensamiento común asoma en sus cabezas: Este
verano lo disfrutan al máximo.
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